El Día Mundial de la EII es esencial para dar visibilidad a una patología que afecta a casi 400.000 personas en España. Al tener un día dedicado y marcado en el calendario, nos unimos para generar mayor conocimiento y comprensión sobre la enfermedad. Es fundamental que los entornos de las personas con EII, amigos/as, familiares, compañeros/as, estén informados y sean conscientes de los desafíos diarios. Este permite concienciar a la sociedad de la realidad de estas personas, incluyendo sus necesidades y limitaciones.

También sirve para promover la investigación, reivindicar mejoras en a nivel institucional, administrativo, laboral y educativo, así como el reconocimiento de esta patología como discapacitante. En definitiva, el Día Mundial de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal contribuye a mostrar una realidad que, la mayoría del tiempo, permanece invisible a ojos de la sociedad.

La visibilidad es fundamental para lograr una plena inclusión de las personas con EII en la sociedad. Esta facilita que se comprendan los desafíos que se les presentan, desde las limitaciones físicas hasta el impacto emocional y social día a día. Puede contribuir a obtener adaptaciones en ámbitos como el laboral o el educativo, así como a garantizar el acceso prioritario a servicios públicos esenciales. Aumentar el conocimiento general sobre la enfermedad ayuda a combatir la desinformación y a disminuir el tabú y el estigma asociado a esta patología.

Además, dar visibilidad a la EII es crucial para fomentar la investigación y buscar soluciones a los problemas diarios que afrontan las personas que la padecen. Al ser una enfermedad crónica e invisible, es importante sensibilizar sobre las necesidades específicas de este colectivo y promover una comprensión más profunda de su situación. De esta forma, podemos avanzar hacia una sociedad más inclusiva y empática.

La ayuda entre iguales se entiende como una red de apoyo que brinda un espacio seguro y empático donde las personas con EII pueden compartir experiencias, resolver dudas y sentirse comprendidas por quienes han vivido situaciones similares. Este tipo de apoyo fomenta una mayor confianza, seguridad y conocimiento sobre la enfermedad.

Además, permite evitar situaciones de aislamiento o soledad no elegida, brindándoles una mayor tranquilidad y pertenencia a una comunidad que comprende sus necesidades. Esta unión tiene un impacto positivo en el bienestar emocional y psicológico, ayudando a afrontar los momentos difíciles. En definitiva, es una fuente invaluable de información y acompañamiento que promueve la inclusión en la sociedad y mejora la calidad de vida de las personas con EII y su entorno.

Las asociaciones tienen un papel fundamental en la sociedad al proporcionar acompañamiento entre personas que comparten las mismas circunstancias, al igual que ofrecen soporte a los familiares, amigos/as y entorno de las personas con EII. Se consolidan como comunidades, redes de apoyo y espacios seguros.

Además, reivindican los derechos de las personas con EII a nivel local, regional y nacional, y son vitales en la divulgación de información contrastada y accesible. Se posicionan como agentes de cambio social, promoviendo la inclusión.